Nuestra querida Mabel ha sido una referente humana para mi.
Elle ha escrito el prólogo de mi obra de teatro «La Danza de las Astroparticulas», ya que ha sido testigo del camino resiliente que he hecho y que sigo haciendo.
He conocido a Mabel, en el «Curso internacional de resiliencia», hace muchos años, en Buenos Aires, conjuntamente con su esposo Nestor Suárez Ojeda.
Ellos dos, han sido grandes popes de la resiliencia!
Mabel era médica pediatra con una larga experiencia en salud pública comunitaria y con una vasta experiencia en el marco de organizaciones internacionales como la PAHO y la OMS.
Fué la primera vez de mi vida, durante mis estudios de medicina, que he escuchado las palabras pronunciadas por estos referentes de resiliencia, «amor, alma, espíritu» y no un lenguaje alrededor del eje de los trastornos.
Una revolución del lenguaje y sobre todo de la mirada!
Los saberes comenzaron a relativizarse, cuestionamientos surgieron y la danza como medio creativo par abrirse a nuevos paradigmas.
Saltos cuánticos y etiquetas que bailan!
Mabel, que además fue escritora para dar testimonio de todos los avances de la resiliencia en la comunidad, fue una mujer de una gran dignidad humana, portadora de valores universales, de una generosidad inmensa y de un sabio consejo.
Su lucidez, su sensibilidad, su inteligencia combinadas con su sentido del humor han hecho de ella una mujer que será por siempre un gran modelo para mi.
Gratitud infinita a Mabel.